Lubrín se encuentra situado a 72 kilómetros de
Almería, en pleno
Levante Almeriense, y es un municipio ideal para la práctica del turismo rural.
El municipio de Lubrín se distribuye en 21 núcleos de población, y al igual que otras zonas almerienses, su arquitectura está estrechamente ligada a la cultura morisca, con estrechos callejones, casas encaladas, plazas pequeñas y agradables olores a jazmín.
Este municipio tiene censados unos 1.440 habitantes y posee una extensión de 138 kilómetros cuadrados, lo que supone una densidad de población de 12,1 habitantes por kilómetro cuadrado.
Los mejores meses para visitar Lubrín son febrero y marzo, pues es la época cuando el valle está completamente florecido, ofreciendo a la vista de todos los presentes un verdadero espectáculo que invita a los turistas a recorrerla de palmo a palmo para disfrutar de su belleza y también de su historia.
De su gente solo se hablan maravillas, pues ofrecen a los visitantes toda su hospitalidad, acogiéndote como si fueras uno más.
Historia
Lubrín fue habitada por musulmanes, hasta que en el año 1309 fue reconquistada por el Obispo de Cartagena. En pleno siglo XVI, su población participó en la denominada “Rebelión de las Alpujarras ”.
Desde ese momento comienza el destierro de la población morisca, una vez controlada su sublevación, hasta que la localidad queda prácticamente despoblada. Con la intención de habitarla nuevamente, 30 familias procedentes de Extremadura, Galicia, Murcia y Jaén llegan a Lubrín contando con todos los beneficios para hacer allí una nueva vida.
La historia que gira en torno a Lubrín se recuerda en cada paso por sus callejones, convertidos actualmente en tierra de emigrantes, al igual que casi todos los pequeños pueblos de nuestra geografía.
Fiestas
La Fiesta del Pan es uno de los eventos de mayor importancia en Lubrín. Se trata de una fiesta en honor a San Sebastián y cada 20 de enero se celebra con gran entusiasmo por todos sus habitantes. La Fiesta está declarada de interés turístico y desde los balcones de las casas se lanzan roscos al santo en procesión.
De acuerdo a algunos historiadores, esta tradición podría remontarse a los años en que las epidemias de peste se apoderaban de casi toda la población. En esta época, las personas adineradas lanzaban a los más pobres comida y dinero desde los balcones, para no entrar en contacto con ellos por el temor a quedar infectados.
Lubrín es uno de los pueblos más hermosos de la provincia de Almería, ¿a que esperas para visitarlo?