Enmarcada en el punto más septentrional de la provincia de Almería, la comarca de Los Vélez es una joya turística conservada por una tradición milenaria que implica un profundo respeto hacia la naturaleza y los muchísimos tesoros esparcidos por la comarca.
Contrasta con el resto de Almería por sus paisajes de sierra con bosques frondosos, que ofrecen un clima fresco y templado.
Se enorgullece de sus poblaciones tranquilas, llenas de casitas rurales donde el tiempo parece detenerse, con cumbres nevadas en invierno que se diferencian de las situaciones más áridas dentro de la misma provincia.
Parque Natural Sierra María–Los Vélez
De los legados más importantes de Los Vélez está el arte rupestre conservado en sus cuevas y abrigos, declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en el año 1998, dando lugar a amplias zonas protegidas dentro de la figura del Parque Natural Sierra María–Los Vélez.
Este parque atraviesa los cuatro municipios, y las cuevas y abrigos de la comarca destacan como Patrimonio Histórico Español. La más famosa es la Cueva de los Letreros, quizá el conjunto de arte esquemático rupestre más importante del país.
En este cueva es donde se encuentra el Indalo, que es hoy en día es el símbolo más característico de Almería. La figura es un hombre sosteniendo un arco, y aunque no se tiene un significado formal y preciso, varias teorías apuntan a que personifica a una divinidad.
Es tan representativo que se puede encontrar en logotipos de empresas y locales almerienses, además de ser parte de las artesanías y souvenirs almerienses. Un Indalo de recuerdo va a ser una apreciada joya de este rincón del mundo.
Castillo de los Fajardo
La riqueza de Los Vélez no es únicamente arqueológica sino que también cuenta con el imponente Castillo de Vélez-Blanco, la solemne edificación fue ordenada por Pedro Fajardo y Chacón, después de ser nombrado Marqués de los Vélez en el siglo XVI, y construida sobre un imponente alcázar árabe que fue modificado durante la Reconquista y el Renacimiento.
El castillo ha pasado por diferentes trasformaciones y cambios de estatus a lo largo de los años, siendo hoy en día considerado Bien de Interés Cultural, y una parada obligada para todo el que visite Vélez-Blanco. Su majestuosa figura no te permite omitirlo, ya que se alza orgulloso en medio del pueblo blanco y casas cubiertas de cal.
Vélez-Rubio
La amplia meseta donde se erige la plaza de la Encarnación, en el pueblo Vélez-Rubio, es una de las atracciones más visitadas. Revisar con detalle la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación, que preside a esta localidad, va a ser una visita relajante e inolvidable. Esta construcción es un imponente ejemplo de finales del periodo barroco, y al igual que el Castillo de Vélez-Blanco, este templo está considerado un Bien de Interés Cultural.
Chirivel
Este encantador pequeño pueblo aún conserva su estructura rural, abundando los ríos y riachuelos que riegan sus fértiles tierras (característica que comparte con el pueblo de María), además de ofrecer extensas llanuras y cañadas.
Lo primero que se nota, es que sus habitantes resguardan con altos estándares las tradiciones y costumbres que han heredado, tanto a nivel artesanal como culinario. Sus raíces musulmanas, y las heredadas en etapas posteriores, conviven y se complementan en su día a día, resaltando la producción artesanal de miel.
Los Vélez ofrece además una creciente propuesta de deportes al aire libre, como las excursiones, ya que dentro de sus tranquilas poblaciones también hay muchos jóvenes dispuestos a compartir con los turistas el sentido de la aventura y el equilibrio con la naturaleza que se respira en toda la comarca. Con esta y muchas otras propuestas, la Comarca de Los Vélez guarda ese recuerdo inolvidable para los visitantes de todas las edades.