Iglesia de Ntra. Sra. de la Encarnación (Cuevas del Almanzora)

Historia de Cuevas del Almanzora


Cuevas del Almanzora se sitúa a orillas del río Almanzora y tiene una extensión territorial de 263 km². Con una densidad de 52,23 hab/km² en el año 2017 tenía una población de 13.655 habitantes.

Este pueblo, a cuyos habitantes se les denomina cuevanos, se encuentra entre Vera y Huercal-Overa, a 25 kilómetros de Pulpí, a 23 kilómetros de Mojácar y a 97 kilómetros de Almería.
 
Cueva Museo (Cuevas del Almanzora)
 
Cuevas del Almanzora es famoso por sus cuevas, en donde vivían sus habitantes antiguamente. Dada su privilegiada ubicación próxima a la costa, a lo largo de la historia Cuevas del Almanzora ha sido un centro económico y comercial propicio y fundamental para la transición de culturas y de riquezas.

Desde tiempos remotos, las culturas que han dominado el mar Mediterráneo han pugnado por su control y dominio, entre ellos, fenicios, griegos, cartagineses, romanos, íberos, árabes y cristianos.
 
En los períodos Paleolítico y Neolítico fue ocupada por primitivos neandertales y en el siglo VII a.C. contempló la fundación de la ciudad de Baria (actual Villaricos), trascendental hecho en la historia de la cuenca mediterránea. Esta colonia, que fue tomada por cartaginenses, fenicios y romanos, se convirtió en centro neurálgico para el comercio de minerales y metales que se extraían de las minas de las vecinas Sierra Almagrera y Sierra Almagro, así como también para la pesca y la salazón de alimentos.

Después de una presencia fugaz de los Visigodos, irrumpen los musulmanes los cuales, obedeciendo a su cultura, abandonaron la costa así como toda actividad minera. En esta etapa de dominio musulmán, Cuevas del Almanzora se pobló de casas y de tierras fértiles de regadío.

Desde el año 1482 los cristianos de Lorca (Murcia) incursionan en Cuevas del Almanzora, pero no fue hasta el año 1488 cuando las tropas cristianas conquistan esta población quedando en posesión de los Reyes católicos. En 1503, estas tierras pasan a formar parte del Marquesado de Los Vélez, constituyéndose en una alcaldía mayor que hasta el siglo XIX se llamó Cuevas del Marqués.
 
Castillo del Marques de los Vélez (Cuevas del Almanzora)
 
Los moriscos fueron obligados a adoptar la fe cristiana. Constituían el 80% de la población y se sublevaron, siendo expulsados en el año 1570, hecho que no solo despobló la villa, sino que también provocó una grave crisis económica, por el abandono de los campos y la baja producción.

El Marquesado de Los Vélez se vio obligado a repoblar estas tierras con unas 200 familias cristianas procedentes de Murcia a las cuales repartieron las propiedades de los moriscos.
 
Del siglo XVI al XVIII incursionan piratas berberiscos, que protagonizaron sonados ataques en Cuevas del Almanzora, lo que ocasionó una etapa de gran inseguridad causada por el descuido de la costa y la poca densidad de población. No obstante, durante el reinado de Carlos III, se reforzó la vigilancia del litoral con la construcción de cuantiosas fortalezas, que frenaron los ataques berberiscos y permitió la consolidación de Cuevas del Almanzora y el asentamiento en otras zonas como Guazamara y Palomares.

En el año 1833 Cuevas del Almanzora contaba con 8.000 habitantes que vivían principalmente de la agricultura. Cinco años más tarde se descubrió el filón de plata del barranco del Jaroso, en la Sierra Almagrera, que dio pie a una fiebre minera sin precedentes.

Estos rústicos y solitarios barrancos se llenaron de gente atraída por la actividad minera que querían participar de la nueva riqueza, iniciándose una guerra de concesiones en la Sierra Almagrera. Las abultadas ganancias cambiaron el semblante urbano de Cuevas del Almanzora, comenzando la nueva burguesía a construir sus palacetes.

En el año 1850 Cuevas del Almanzora ya contaba con más de 16.000 habitantes, pero comenzaron a surgir los primeros problemas pues las minas comenzaron a inundarse, obligando una mayor inversión para extraer la plata. La crisis se extendió del 1870 al 1877, cuando se produjo el descubrimiento de hierro argentífero en Herrerías.

Estos años de esplendor económico, permitió el florecer cultural de Cuevas del Almanzora; surgen círculos literarios, casinos culturales y periódicos, sin embargo, el 1891 algunas inundaciones y luego la I Guerra Mundial, acentuaron una crisis que se extendió hasta 1930.