En 2015, la Fuente Morisca y varios de sus alrededores fueron recuperados por el Ayuntamiento, como parte de las políticas que llevan a cabo para proteger los patrimonios históricos de la zona e impulsar el turismo.
La fuente, que data de la época en la que los árabes estaban asentados en la zona, había sido parcialmente derrumbada por empresarios que buscaban construir en el lugar un estacionamiento. Sin embargo, en 1988 un grupo de habitantes de Turre se organizaron con el fin de proteger este patrimonio de la ciudad, y lo lograron.
Gracias a ello, existe aún este histórico lugar, en el que los antiguos pobladores se surtían de agua para el consumo, el riego de los plantíos y para el consumo de los animales.
La reconstrucción llevada a cabo por el Ayuntamiento permitió darle otra cara a la fuente e inclusive al área general en el que se encuentra, lo que le ha otorgado un plus a esta vieja construcción, visitada en la actualidad por muchos de los turistas que llegan a conocer Turre.