El Parque Natural Sierra de María-Los Vélez se eleva entre las depresiones de Chirivel y Huéscar. Sus macizos agrestes integran un hermoso paisaje con notables contrastes de relieves agrestes, bosques frondosos y cimas nevadas, que se alejan de la aridez que caracteriza el paisaje de la provincia de Almería.
En este territorio se han configurado 9 senderos de espectacular belleza para que los amantes de la flora y la fauna entren en contacto con la naturaleza y vivan momentos inolvidables.
Caminar por los senderos del Parque Natural Sierra de María-Los Vélez permite observar una auténtica isla verde de vegetación. El Pinar de la Alfahuara, en concreto, alberga uno de los bosques mejor conservados de la provincia de Almería, el cual se conforma por masas tupidas de pino carrasco, pino laricio, encinas y otros árboles caducifolios.
Un sencillo recorrido en las faldas de Sierra María en el sendero Umbría de la Virgen, donde se ubica el jardín botánico, servirá para conocer toda la flora de la zona observando todas las especies.
El paisaje del parque sufre cambios cada año debido a las oscilaciones de temperatura y las escasas, pero torrenciales, precipitaciones. Esto ocasiona que las zonas donde existe menos vegetación sufra de una erosión impactante.
Un aspecto a destacar de Sierra María es la presencia de especies vegetales exclusivas, entre las que se encuentran la Centaurea de Sierra María o un impresionante ejemplar de Sabina Albar, que se encuentra a unos 1.600 metros de altitud, y que ha sido declarado Monumento Natural.
Cuando se llegan a las zonas más bajas del parque, se nota un gran cambio en el aspecto del paisaje en comparación con las zonas altas, dado que los bosques de pinos y los matorrales son cambiados por árboles frutales, como almendros y cerezos, entre otros.
Almería tiene en el Parque Natural Sierra María-Los Vélez una auténtica isla verde que se ubica en la parte más septentrional de la provincia y limita por el norte y este con Murcia y al oeste con Granada.
Este sitio de interés nacional contiene encinares, que son los más llamativos, a pesar de que los pinares abarcan un mayor espacio. Los árboles sirven de hogar a diversas especies de animales que hacen vida en la reserva natural, que brinda riqueza a una comarca con un incalculable valor artístico y cultural.
Diversas comunidades vegetales se han desarrollado en el territorio del Parque Natural, gracias a que el suelo tiene una naturaleza caliza donde se forman quebradas, cuevas y grietas, las cuales configuran microclimas variados para que se adapte una flora bastante variada y rica.
Para garantizar su existencia en el tiempo, se han creado áreas de distribución restringidas con la finalidad de proteger a muchas de las especies y familias que aquí se encuentran.
La gran superficie del Parque Natural Sierra María-Los Vélez, desde la parte baja hasta una altura de 1.500 metros, está llena de pinos, debido a que tienen la capacidad de adaptarse a las diferentes características climáticas y aspectos del suelo. Se pueden encontrar diferentes especies de pino: el pino carrasco ocupa las umbrías, mientras que los sitios de menor acceso muestran bosques pequeños de pino laricio y caducifolias.
Se tienen registros que confirman que los pinares ocupan estos territorios desde mediados del siglo XVI. No obstante, también se han hecho repoblaciones, porque los bosques ofrecen recursos necesarios para el desarrollo de la vida desde tiempos inmemoriales.
Afortunadamente, en los últimos años se han vivido cambios importantes con respecto a la forma como se ven los recursos forestales. Por lo tanto, ha dejado de practicarse la tala indiscriminada de árboles para que los bosques se desarrollen de forma óptima.
Además de grandes extensiones cubiertas por pinares, el Parque Natural Sierra María-Los Vélez tiene sabinas, enebros y otros arbustos en las partes altas. Especial mención merecen dos especies que solo se hallan en esta reserva de biodiversidad: la
Centaurea mariana y la
Sideritis stachydioides.
La Sideritis pertenece a la familia de las labiadas y crece en zonas de rocas calcáreas. Se caracteriza por tener delicados vellos de color blanquecino con llamativas flores purpúreas.
Con respecto a las cumbres calizas que se alzan a más de 1.800 metros, el piornal es la familia vegetal predominante.
Se trata de una comunidad con especies espinosas, como el piorno azul, los cuales soportan la aridez extrema y las temperaturas del invierno.
Por su parte, en las llanuras cerealistas es común observar encinas aisladas que tienen la capacidad de formar dehesas, así como la configuración de matorrales densos en los macizos montañosos para evitar los deslizamientos en las laderas empinadas.