Se trata de los restos de una torre vigía, que servía de protección. A diferencia de otras torres instaladas en Almería, que tienen características notablemente árabes, la Torre de Alhamilla fue mandada a construir por los Reyes Católicos, después de que el cristianismo reconquistara Almería.
La intención de esta torre era servir de vigía, para evitar que una posible invasión tomara por sorpresa a los habitantes y perdiera nuevamente el terreno frente a los moriscos.
Este lugar se ha hecho muy popular después que, en 2008, se realizara una restauración de la torre para recuperar su esplendor. Durante esta restauración se instaló en el lugar un hermoso mirador, que da la impresión de estar flotando sobre el Mediterráneo y que permite una magnífica vista de la costa de Balanegra, pero también de El Ejido, Berja y Adra.
Para llegar a la torre, se accede por unas escaleras que han sido construidas para facilitar la visita a este lugar de gran importancia arquitectónica e histórica.