Se trata de un castillo de pequeñas dimensiones, comparado con otros castillos que se encuentran en la provincia de Almería, pero de igual importancia arquitectónica e histórica.
Aún no se ha determinado con exactitud si su procedencia es nazarí o berebere, pero sí se puede decir que cuenta con influencias del mundo árabe. Tampoco se sabe con exactitud cuándo fue construido, pero se tienen registros que datan de 1506, en los que se establece que en esa época fue restaurado.
Tiene apenas unas 7 dependencias, y aunque se encontraba en un estado de avanzado deterioro, recientemente fue restaurado, no solo para mejorar su aspecto y conservar este patrimonio histórico andaluz, sino también para crear pasarelas que facilitaran su acceso, de manera que resulte de mayor interés turístico para los visitantes.
Quienes visiten el castillo podrán disfrutar también del aljibe que se encuentra a un lado de este, y que era el reservorio original de agua que surtía a los residentes de esta magnífica construcción.