La Torre fortificada de Balerma está localizada junto al casco urbano de dicha localidad, fue construida a mitad del siglo XVIII y forma parte del sistema defensivo creado por Carlos III para proteger la costa del antiguo Reino de Granada de la amenaza de piratas berberiscos tras su expulsión de la península y el repoblamiento de la zona por parte de los Reyes Católicos.
La estructura de la torre es de planta circular y altura media, a la que se accedía por una escalera de mampostería y un puente levadizo en 1803. En aquel entonces estaba preparada para soportar dos cañones de un calibre pronunciado, aunque después de la guerra de la independencia los ingleses encontraron en su interior dos culebrinas de bronce. La parte superior contaba con estancias para albergar a dos torreros y un cabo, mientras que la baja se destinó al almacenamiento de repuesto y pertrecho militar.
Balerma es una población de tradición marinera que cambia constantemente, siendo la torre fortificada uno de los emblemas más representativos del lugar.
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