Sobre un cerro amesetado, observatorio privilegiado de la Vega de Berja y las sierras circundantes, se levantó la imponente Alcazaba de Villavieja, que llegó a ser la segunda fortaleza árabe en extensión de la provincia de Almería.
Se observan perfectamente los restos de la fortaleza que protegía a la única ciudad amurallada de la Alpujarra Almeriense, una medina próspera gracias al desarrollo y perfeccionamiento que los árabes hicieron del regadío y al cultivo de la morera.
Por desgracia, las murallas fueron derribadas en gran parte tras la Reconquista de 1489, para evitar que sirvieran como fortificación en caso de sublevaciones.
Si nos animamos a conocer mejor el recinto podemos hacerlo mediante un sendero interpretado de poco más de 2 km, contando la ida y la vuelta. Un fácil camino que nos llevará primero hasta los restos del anfiteatro de la antigua Vergi romana, que también se ubicó aquí, y posteriormente hasta la Torre del Espolón y los aljibes árabes de abastecimiento de agua (restaurados).
Ya fuera del recinto podemos visitar los Baños Árabes de Benejí, lo que fueron los baños públicos o Hammam, datados en el siglo XI y que han sido recientemente restaurados.
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