Guía Turística de Instinción

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Instinción se encuentra sobre una privilegiada elevación en la ribera del río Andarax, siendo una alquería musulmana durante la Edad Media y un enclave estratégico en el camino de la Alpujarra. En este período musulmán fue conocida como Estançihum, pasando a formar parte durante los siglos XIII y XIV como uno de los diez lugares que forman la taha de Marchena.

Terminada la Guerra de las Alpujarras (1568-1570), Instinción quedó despoblada para ser repoblada posteriormente por cristianos procedentes de Levante, Extremadura, Cádiz y Zamora, en un total de 84 habitantes. Su población fue aumentando progresivamente durante los siglos XVII y XVIII, llegando a tener 548 habitantes en su territorio.

Alrededor del año 1835 terminan los señoríos en la alpujarra, entre ellos el de Marchena, con lo cual Instinción obtuvo su independencia jurídico-administrativa. Pocos años después se inicia el cultivo de la uva de embarque o de Ohanes, que ocasionará un desarrollo económico y demográfico para esta localidad.

A principios del siglo XX se empieza a observar un declive poblacional debido al cierre de los mercados por las crisis europeas, la sequía y la Guerra Civil Española, lo que trajo funestas consecuencias para la economía. En la actualidad se mantiene la actividad agrícola con la introducción del cultivo de la uva apirena y los cítricos, además de la horticultura y los árboles frutales.

La gastronomía de esta población se compone de varios platos que son comunes en la Alpujarra Almeriense, destacando la famosa cocina mareá con sus judías blancas y habas secas, el encebollado con hígado de cerdo, las tarbinas colorás, los embutidos, el choto al ajo cabañil y la fritada alpujarreña. Entre los dulces resaltan los roscos de Semana Santa, los soplillos de huevo y almendra y los mantecados de miel.