Juan Cuadrado Ruiz nació en
Vera el 14 de febrero de 1886 y fue trasladado a Valencia a vivir con sus abuelos ante la muerte prematura de sus padres. Allí realizó sus estudios primarios y los de bachillerato en el Colegio de San José de los Jesuitas.
Inició sus estudios de Derecho en esa ciudad, pero sin avanzar en ellos debido a que su vocación apuntaba a dos disciplinas muy diferentes, la arqueología y la pintura.
Juan Cuadrado Ruiz regresa a Vera
En 1917 conoce las publicaciones de los estudios del ingeniero belga Luis Siret y Cels, quien para ese momento ya acumulaba treinta años realizando excavaciones sobre los yacimientos prehistóricos en el sureste de la península ibérica.
A mediados de 1920, Juan Cuadrado Ruiz asume la responsabilidad de la Alcaldía de Vera y posteriormente conoce a Juana Cánovas Martínez, con quien se casa en 1921 teniendo tres hijos.
Entra en contacto con Luis Siret e inicia en los años 30 una relación de colaboración y aprendizaje. A partir de ese momento Luis Siret pasa a ser el maestro, como muchas veces declaró Juan Cuadrado Ruiz.
Van a los yacimientos de Almizaraque en
Cuevas del Almanzora, donde realizan importantes hallazgos. Al mismo tiempo, Juan Cuadrado Ruiz participa con mucho entusiasmo en todo evento arqueológico local, nacional e internacional, llegando a promover con gran éxito el Congreso Arqueológico celebrado en
Almería en 1949.
Sus hallazgos más importantes
Por otra parte, se traslada a la
Región de Murcia donde desplegó una intensa actividad arqueológica particularmente en las localidades de
Totana y
Lorca.
Sus publicaciones sobre los trabajos arqueológicos en estas localidades refieren al período paleolítico, tales como en los yacimientos de Los Mortolitos, Cejo del Pantano y Fuente de Lentisco, entre muchos otros.
También en yacimientos que corresponden al período neolítico y calcolítico, destacando los de Blanquizares de Lébor, los poblados del Campico del Centeno, Barranco de Carboneros y otros.
Además, localizará yacimientos importantes como el del Cerro del Sombrero, Cabeza Gorda, Altos de la Sierra de Chíchar y Morrón de Totana, aportando relevantes conocimientos sobre la realidad de los asentamientos prehistóricos del Valle del Guadalentín.
Hay que detenerse en la enorme importancia por su magnitud que tuvo el descubrimiento de la cueva calcolítica de Los Blanquizares de Lébor. Se trata de un enterramiento funerario con variados enseres y utensilios, incluyendo los restos de la osamenta de 92 individuos.
Encontró vasijas decoradas y lisas, vasos de piedra y otros de yeso, puntas y láminas de sílex, hachas, punzones metálicos, objetos variados hechos en hueso y cuentas de collar. Allí mismo encontró la excepcional hacha enmangada en madera.
Formación como pintor
La personalidad versátil de Juan Cuadrado Ruiz lo llevó desde muy joven a formarse como pintor. Tuvo como maestros a Ignacio Zuloaga y a Joaquin Sorolla, asistiendo al estudio de este afamado pintor valenciano en sus años de estudiante, resultando un aventajado estudiante.
De esta manera, la actividad arqueológica de Juan Cuadrado Ruiz siempre fue complementada con su afición a la pintura, de hecho, fue profesor de dibujo en la
Escuela de Artes de Almería.
Además, Juan Cuadrado ocupó el cargo de Comisario de Excavaciones de Almería, y luego el de Asesor del Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico y Correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes. Fue activo impulsor de los Congresos Arqueológicos del Sureste español entre los años 1945 y 1950.
El 28 de marzo de 1933 se le nombra Director del Museo de Almería, cargo que compartió con muchas otras actividades culturales que impulsaban el arte y el patrimonio cultural almeriense. Juan Cuadrado Ruiz fallece el 18 de junio de 1952. Tenía 66 años.