La iglesia parroquial de Santa Ana fue construida en el siglo XVI.
Fue quemada por los moriscos a finales de ese mismo siglo y reconstruida posteriormente.
Se trata de una iglesia de estilo mudéjar alpujarreño, completándose el conjunto con una torre cuadrada que hace de campanario y que le da un aspecto de fortaleza.
Como el resto de fuentes y lavaderos de la Alpujarra almeriense, tenía una destacada función social como punto de encuentro de todos los habitantes del municipio.