La tradición artesana de la Alpujarra Almeriense es una de las principales características de la región. Desde hace muchos años, dueños de talleres, telares, alfareros, talabarteros y demás han desarrollado técnicas particulares para realizar sus productos, tratando que estos sean lo más ecológicos y naturales posibles.
Al igual que todo lo que se fabrica o produce en la región, la artesanía sigue ese patrón tradicional. Hoy en día es común la realización de ferias en las que cada artesano expone su trabajo, y a las cuales asisten no solo los habitantes de la Alpujarra Almeriense, sino residentes de poblaciones vecinas.
Telas
Los telares son un elemento fundamental en la artesanía de la Alpujarra Almeriense. Su uso sigue una tradición heredada que se repite desde hace siglos.
Puede que el producto artesanal hecho de tela más reconocido de la Alpujarra Almeriense sean las jarapas. Estos tejidos de hermosos colores han sido confeccionados para cubrirse contra el frío de las montañas. La calidad hace que puedan se lavados sin perder la textura. El término «jarapa» viene de harapo.
Sin embargo, los telares de la Alpujarra Almeriense también fabrican bolsos, carteras, gorros, frazadas, bufandas, etc. Para ello se utiliza la lana proveniente de las ovejas de la región, o incluso material reciclado.
Aún hoy en día sigue siendo un maravilloso espectáculo ver a tejedores detrás de los 419 hilos que conforman un telar, pisando los pedales y moviendo el material para sus creaciones. La mayoría de ellos son herederos de negocios que han pasado desde las manos de sus abuelos.
Alfarería y cerámica
Los productos de cerámica y alfarería también son muy reconocidos en las ferias de artesanos de la Alpujarra Almeriense. Allí es posible conseguir platos, vasijas, tazas, tazones; todas ellas con figuras de distintos colores y formas, que les da una vistosidad muy llamativa. Este es un rasgo muy natural de la provincia.
En cada ciudad existen talleres de alfarería en los que se realizan estos productos. Sus dueños comparten un oficio familiar, en el que no se incluye el uso de máquinas profesionales o industriales. Todo se hace del modo más artesanal posible, buscando rescatar ese modelo de trabajo tradicional.
Los talleres de alfarería son, junto a los telares, sitios muy típicos que se repiten en varios municipios de la Alpujarra Almeriense.
Esparto y talabartería
El esparto y la talabartería también se abren paso dentro de la artesanía local. Del primero es posible conseguir una amplísima variedad de creaciones, que abarcan cestas, albarcas, cuerdas, cofres y sombreros.
En cuanto a los artesanos que practican la talabartería, sus productos resultan sumamente llamativos e ingeniosos. Los sombreros y cencerros son los más buscados por los turistas, pues tienen un toque típico de la región. También se fabrican cinturones, carteras y bolsos de cuero, cada uno con un color y diseño distinto.
Cuando se realizan las ferias, ambos grupos son de los más buscados por la originalidad de sus creaciones. No obstante, también pueden hallarse en los talleres de los artesanos.
Mieles y mermeladas
Los creadores de mermeladas todo el tiempo innovan. Es común encontrar preparaciones de las distintas cosechas de la región. La mermelada de cebolla y la de tomate verde son de las más tradicionales.
Por último está la miel, la cual se consigue en todo el año y que es de altísima calidad. En cada puesto de artesanía se consiguen ambas, junto a otras creaciones propias de la Alpujarra Almeriense.