En plena Alpujarra almeriense, en la carretera que une los pueblos de Abla y Ohanes (a 5 kilómetros de éste), nos encontramos con este impresionante santuario dedicado a la patrona de Ohanes, Nuestra Señora de Consolación.
Se trata de uno de los escasos ejemplos de arquitectura religiosa que se encuentra apartada del núcleo de población.
El santuario se construyó entre los años 1800 y 1803, sobre el solar de una antigua ermita dedicada a San Marcos.
Es un edificio con dos torres, diversos altares y un camarín de mármol rosa extraído de una cantera del Cerro de Montenegro.