Se trata de una de las primeras iglesias levantadas en la Alpujarra almeriense (1530), pero tuvo que ser reconstruida en 1594 tras la destrucción y quema por parte de los moriscos en 1568. Posteriormente quedó totalmente destruida durante el violento terremoto del año 1804, trasladándose la iglesia a otro lugar, donde también quedó destruida en 1842.
La reedificación de la nueva iglesia se retrasó hasta 1861 y concluyó siete años después, gracias a la colaboración económica de los vecinos.
Durante la Guerra Civil fue expoliada de todas sus imágenes, archivos y objetos de culto.
La iglesia responde al modelo más sencillo de iglesia mudéjar, con planta de cajón de una sola nave.